CAMPOS ABIERTOS.

Una puerta refregada del metro,
intento inútil de acabar
con una mancha de pintura adolescente
deja
–combinación extraña-
un recuerdo de Rothko
en naranjas, rojos y blanco cálido,
fundiéndose.
A veces la vida ofrece
extrañas apariciones de belleza,
intensas, no buscadas,
que se ignoran.