(…) fáltame la lumbre
de la esperanza, con que andar solía
por la oscura región de vuestro olvido.
GARCILASO
Ésta estatua
es demasiado fría
demasiado blanca
demasiado muerta.
Pero me mira
aún desde el frío,
la palidez y la muerte.
Cuando salga de aquí ni siquiera tendré
una mirada de escayola.