Un poema de Berta Piñán

S/T. De la serie "Libro de Matemáticas" E. Muntañola



NUECHE DE QUEMA

Son nueches d'insomnes les nueches
de quema.
Más cercana la muerte y
la vida, más violenta nesta espera
nocturna qu'enciende deseyos y descubre
promeses,
certeces que pasen
ardiendo.
Prende'l fueu nel aire como un aire de fiesta
o de guerra, de coses qu'un instante
suceden y no son nada al instante.
Nunes hores dexamos atrás lo que somos
y va quedando nel aire
como un aire d'urxencia,
de vezos que recién deprendimos
y bien lluego olvidemos.
Naide nunca nun durme
nas nueches da quema.
Como un amante impaciente
la llapa que miedra na nueche
consume la nueche
y remémbranos lo que fuimos
quedando: fumo namás,
y ceniza.


Este poema "Nueche de quema" ("Noche de incendio" en castellano), pertenece al libro - antología de Berta Piñán "Noches de incendio. (1985-2002)" publicado por la editorial Trea, Gijón, 2005.


NOCHE DE INCENDIO


Son noches de insomnes las noches
de incendio.
Más cercana la muerte y
la vida, más violenta en esta espera
nocturna que enciende deseos y descubre
promesas,
certezas que pasan
ardiendo.
Prende el fuego en el aire como un aire de fiesta
o de guerra, de cosas que un instante
suceden y no son nada al instante.
En unas horas dejamos atrás aquello que fuimos
y va quedando en el aire
como un aire de urgencia,
de gestos recién aprendidos
y muy pronto olvidados.
Nadie duerme nunca
en las noches de incendio.
Como un amante impaciente,
la llama que crece en la noche
consume la noche
y nos recuerda lo que fuimos
quedando: sólo humo.
Y ceniza.


(Traducción de Berta Piñán)

Un poema de Xosé Bolado

S/T (Fragmento) Mixta sobre lienzo. E. Muntañola


EN DOS PALABRES

Foi pena que quixeres buscar la vida,
tan tarde, nun país inclináu al ocasu,
pero solo'l to intentu de garrar densidá,
d'asomate al verbo sin complicidaes,
diome'l xuiciu pa ver esti árbol queríu,
que crez cabu casa, colos güeyos d'un viaxeru
que, de pasu, contemplare'l so volume,
la so color mortecina,
anque-y surdan al pie les primaveres,
o n'intentos vanos llamiare la pical
na tarde confusa de líviernu.

Sabes, que namás, pueo date la mano,
acaso, pensar,
contigo, en como la vida va pesando sola:
esa manera que tien el tiempu perdíu
de volvernos mansos en dos palabres,

mientras cabruñe'l sol el filu de les hores
ya l'aire solanu entorne la canciella...
basta'l vuelu en dos palabres,
perdebaxo la tierra.

Poema perteneciente al libro de Xosé Bolado "Na estación de los relevos", ed. llibros del pexe, Gijón, 2006.

Animales

Unos apuntes de movimiento "diferentes"...





Dibujos del Movimiento

Añado en esta entrada un pase de diapositivas de una serie de dibujos sobre movimientos del cuerpo humano que hice hace tiempo, lógicamente el resultado formal es diferente a una pose fija.

Para ver los dibujos de uno en uno pincha en "ver todas las fotos".

Un poema de Herme G. Donis

















S/T. (Detalle) Óleo sobre lienzo. E. Muntañola

Mercado Lisboeta

Especias, jazmines, estrellas de Egipto,

alfanjes, limones, zureo de palomas,

barricas de verde aceite, pan de centeno,

diminutos pájaros grises y verduras recién cortadas.

Libros, revistas gastadas por el sol. Viejos

dibujos de ciudades lejanas, acuarelas.

Niños que dormitan entre el ruido. Ojos negros.

Camisas, sombreros, sábanas, pasteles de tapioca,

tortas de maíz, sellos, plástico, relojes atrasados,

imágenes fijadas para siempre en estampas antiguas,

cantos rodados, olas de calor, sal. Amalgama de olores.

Peces y pulpos resbaladizos que se derraman en rojo,

carnes, músculos rasgados, aves suspendidas en garfios,

té de Ceilán, rumor de agua, mosaicos manuelinos, garabatos

en las pizarras, la penumbra dorada de los puestos. Gente.


A la salida, sobre un tablero, montones
de manzanas dulces te traen el olor de otro mar.


Que la fuente de la vida es un dios,
hay infinitas maneras de saberlo.


Este poema de Herme G. Donis pertenece a su libro" Peregrinas Andanzas", editado por Llibros del Pexe, 1997, Gijón.

Más dibujos




A lápiz


















Retratos del natural, con lápiz de color.

Líneas, cuerpos en formato horizontal

En estos apuntes de cinco minutos busco la sencillez del trazo, definir con una simple línea de contorno contínua un cuerpo.



Dibujos principios de Abril.

Estoy jugando con la línea, intento realizar de un solo trazo parte de un cuerpo. Trabajando con plumilla, si te equivocas no hay posibilidad de borrar lo que has hecho. Esto hace que se deba aumentar el nivel de concentración.
muestro dos tipos de apuntes, unos de cinco minutos, y otros, con tramas, poses de cuarto de hora. Me resulta interesante trabajar con tramas, porque están a caballo entre el XIX y la modernidad. El entramado en estos apuntes es bastante anárquico, no sigue ninguna tradición académica.

Dibujos de la serie "Las Flores del Mal"

Hace años empecé a trabajar sobre poemas de Baudelaire uniendo dibujo y escritura en un todo común. Realicé una serie de dibujos pegando, recortando, pintando, y escribiendo sobre las hojas de un libro.
Este slide show es una pequeña muestra de ese trabajo.

Apuntes cinco minutos

Poses de cinco minutos, a plumilla.








Sobre dos amigos.

Estamos por fin en primavera, hace un día magnífico y además se han editado en Internet textos inéditos e imágenes de dos compañeros de viaje.

Mi querida amiga Ana Martín Puigpelat acaba de publicar tres poemas en la revista Adarve y no puedo más que reseñarlo en estas líneas para que quien quiera se pase por las páginas de esa estupenda publicación y disfrute con su Poesía. Además, acompaña a los poemas un texto crítico de Patricia García-Rojo Cantón "Cuando el amor es el motivo del viaje", que resulta muy interesante para acercarse a parte de la poesía de Ana. Podéis acceder a la revista Adarve desde los enlaces de esta página (abajo, a la derecha).

José Javier González, muestra algunas de sus magníficas fotografías en la revista El Coloquio de los Perros. También se puede enlazar con su blog “ La deriva de la sombra” desde los enlaces. Muy recomendable.

REGRESO.

S/T. E.Muntañola.

Te tapabas la boca al hablar

como si estuvieras fumando,

como si quisieras esconder tus dientes,

como un depredador sin mancha,

arrepentido,

y el límite de tu mano

dejaba ver el límite de tu boca

venida de la muerte.

El destierro te cruzó el alma de arriba abajo,

te facturó la piel,

la esperanza, el olvido

te encerró en la plaza del sueño

donde crece la arena y la mar amarga.

Yo miraba hacia adentro

para verte los pliegues,

-lo que no me decías-,

con la mansedumbre de quien te quiere bien

y no teme nada tuyo, ni se impone.

Y la noche que caía ya en la calle

te quería llevar escaleras arriba,

enredaderas abajo,

tornasoles sin luz

más allá del lugar de mi mirada.

Una palabra apropiada, un gesto,

la humedad de la lluvia, el adiós rápido,

la esencia

de que otra vez

no llegué a tu alma.


EN FAVOR DEL AIRE.

S.T. Fragmento. E. Muntañola



La luz se ensancha sobre el cielo.


Prendo palabras en favor del aire.

PAISAJE CON FIGURAS.

El frío va más allá de nuestra mirada.

No habla de sí. Llega. Delimita la tierra.

El frío es un cuadro de Goya

en el que nunca habrá refugio,

sobre el que siempre soplará el viento

y ni siquiera las piedras podrán cobijarse.

Es una mirada cerca de la muerte.

Es como no tener tu cuerpo,

es hacerse pedazos.

Es este abandono en el corazón,

que cae la tarde sola, sin resquicios,

y no hay palabras, ni ingenio, ni siquiera tormenta.

El frío es no amar. Acudir a tus ojos y no hallarlos.

Apenas tiene color. No sabe a nada.

Se pega a los miembros, al alma, a la corteza de Dios.

El hombre que sabe del frío intenta quitarse sus cristales.

La mujer, descalza, desnuda sobre el suelo húmedo

cuando el frío está ya dentro. No se ven.

Y cerca de la muerte, el frío es su mirada.

LLEGAR AL MAR.

¿Cómo existir sin luz en otro cuerpo?
¿Qué queda dentro del olvido?

TAPIAL.

El tapial blanco
reverberando azul de la estación de Santa Eugenia.
La hierba sobre el tapial,
alta, verdinegra.
El alma opaca,
en tránsito, como el aire sobre el tapial
y el cielo en medio de la nada,
abriéndose paso.

DISTANCIA.

Ahora, de lejos, entiendo tus palabras
- aquellos silencios vagos, poderosos -.
Es claro y tibio este invierno,
hermosa soledad para embriagarse,
mágica tierra de nadie que creeremos hacer a nuestro modo.

FRAGILIDAD.

Sé que el invierno está aquí
detrás de esta puerta.
JOSÉ HIERRO

La tarde me trae su derrota
y hay una voz lejana que se enfrenta a
la mía
enredándome
en la lucha distante y fría de la memoria.


Hay días en los que deberíamos salir de nosotros.
Hay días demasiado frágiles, que nos rompen.

EL OLVIDO.

Cantan los mirlos sobre los olmos nuevos.
Madrid, polvo y luz.
Siempre el mismo gris al levantar los ojos.

DEL AMOR Y LA MEMORIA.


La memoria de mi cuerpo sobre tu cuerpo es el mar,
también la piel es sal y arrecifes,
las bocas de los amantes se precipitan y retornan
erosionándose el corazón
por los besos que no han sido.

Por los ojos de arena antigua,
cerca del mar, retuve tu aliento,
costa sin luz,
acantilados gloriosos para deshacernos;

-todo en el amor es algo marítimo-,

cómo explicar si no su regreso
su ida, sus marejadas,
sus hechizos extraños, su desventura.

Amarte fue embarcar en un sueño de algas;
me dabas de comer caracolas perfectas,
tuve tu vida, tuviste mi muerte,
teníamos también algo en lo profundo;
el tiempo se ofuscaba en un laberinto perenne
y nos dolía el corazón de amor o desamparo.

Amarte fue buscar un continente,
hacer un continente, descubrir un naufragio;
teñirnos de azul y de verdes el alma,
construir un océano para nuestros nudos.

DEPARTURE.

(…) fáltame la lumbre
de la esperanza, con que andar solía
por la oscura región de vuestro olvido.
GARCILASO


Ésta estatua
es demasiado fría
demasiado blanca
demasiado muerta.

Pero me mira
aún desde el frío,
la palidez y la muerte.

Cuando salga de aquí ni siquiera tendré
una mirada de escayola.

LO QUE SÉ DEL AIRE.

Ésta no es ya nuestra ciudad,
aquella ciudad mundo
en que fuimos libres.

Sólo los pájaros recuerdan;

vuelan al sur,
volverán a ti, y les envidio,

y me roza, alada, la ternura.

NOCTURNO II

A tres mil kilómetros duerme tu sombra,
y mis ojos abiertos hacia el techo alto...

-1991-

Y no nos queda París.
Nunca estuvimos en Casablanca.
Tú no fumas
y Sam no toca el piano.
Sabes que no voy a llorar
cuando el avión despegue,
que encenderé un cigarro
viendo como te alejas,
y los alemanes no podrán

devolverte a mi lado.

VACÍO.

Entré en la casa,
no había nada
y contuve las ganas de llorar.

En otra ciudad
se derrumbaba un edificio.

TERRITORIO.


No estimas oportuno que me quede,
no te parece correcto,
deberías irte –me dices-,
por eso huyes de mi vacío.

AMARAR.

La luz serpentea y vibra sobre el lago Ontario
y las gaviotas, sin prisa,
miran el agua,
como si fueran
piedras blancas
inmóviles;
luego
echan a volar,
parece que hubieran olvidado todo.

SIT TIBI TERRA LEVIS.

La muerte debe ser algo así.
Un segundo pasa rápido,
nada es. Nunca más.
Un segundo es tanto como un punto en una frase,
ocupa poco espacio
y deja de ser
para nunca jamás.

INCONSTITUCIONAL.

Yo que creí que la luz era mía (…)
MIGUEL HERNÁNDEZ



Es el día más largo. Dices que tú, ya no.
Moi, je t´aime. Así nos van las cosas.
Nuestro mundo se va borrando,
se lo comen los silencios y las serpientes espejo,
y el laberinto. Moi, je t´aime.
Pero ya no sé llegar. No sé rezar. No sé engañarme.
Y me acabo.

COMO SE VAN LOS MANSOS.


Incluso el aire repite que no vuelve aquel día.
C. PAVESE


Podría ser hoy;
nubes de azul, calles de invierno,
Madrid desnudo y frío
cobrando sus pasos.
Son ahora esquivas las palabras,
la voz indiferente, la luz confusa,
y nos vamos,
acaso como se van los mansos o se pierde el otoño.
Las estrellas descienden en silencio a nosotros,
vuelve el viento,
se deshace la noche...

EN TORNO AL VACÍO.

El aire no tiene residencia.
E. Dickinson


En torno al vacío,
a la nada,
tú y tu levedad vais deshaciéndome.

CAMPOS ABIERTOS.

Una puerta refregada del metro,
intento inútil de acabar
con una mancha de pintura adolescente
deja
–combinación extraña-
un recuerdo de Rothko
en naranjas, rojos y blanco cálido,
fundiéndose.
A veces la vida ofrece
extrañas apariciones de belleza,
intensas, no buscadas,
que se ignoran.

ABRIL.

Y Abril sabe a fruta y a vértebras,
me deja el corazón raro,
y la memoria
(una ciudad sobre Asia y Europa
cuando miraba hacia el mar y te veía)
se sostiene entre cipreses de algún poema
aprendido en Mayo.

Allí no vi a los dioses.
No bajaron con sus carros ni lloraron las pérdidas.
Y hubo una canción que se repetía,
y escaleras que subir,
y cabezas vueltas hacia el Este y a la izquierda
se agrupaban los recuerdos como torres pequeñitas.

Había momentos para escribir sin palabras,
una aliteración feroz combando nadas.
Pero existías. Y el temor era cada vez más pequeño
como si hubiese bebido de algún frasquito mágico de Alicia.

NOCTURNO

S.T. Dibujo de la serie "Libro de Matemáticas"
E. Muntañola

Desnudo tus pies para atarte a mi cuerpo
mientras el invierno nos deja a solas atravesar los mapas,
morder los límites de cada continente,
descansar los ojos en tu penumbra.

AIRE.

Entreacto en la tormenta;
dos gatos gimen salvajes
y cae más noche por el cielo turbio.

Agosto, cansado
se va deshaciendo por Europa.

Mi casa
parece volarse con el viento
toda llena de aire, aturdida,
y yo en medio,
como si pudiese sujetarla
entre las estrellas que hoy no se ven
y el vacío.

Se acalla la ciudad
y habla el aire paseando tejados.
En mi alma también habla el aire
y me lleva a saltos
por las ramas de la noche,
deshabitada.

CÓMPLICE II.

Los dioses no deben saber
que somos felices.
Así no envidiarán nuestra piel,
nuestras bocas.

Límite

S/T. Tinta sobre papel. E. Muntañola

Tuve la vista ácima hasta que conocí tu nombre.

Extendías, acotada, la infancia;

el aire deshecho.


No sé qué no habrán roto tus manos

qué no habrán muerto,

qué no habrán amado, ácidas hasta la derrota.


Y ahora,

consigamos un recambio para el alma.

APUNTES DE ESTAMBUL CON PIEL DE ACEITUNA.

S/T. De la serie "Libro de Matemáticas". E. Muntañola




Santa Sofía entre andamios. El Bósforo centelleante, las luces de la noche, olores a frutas. Hombres que miran devorando, danza, almíbar, el sonido de la luz. Otro pan, manchas de petróleo, medusas cerca de las islas, lejos de la ley gaviotas gigantes, calles sucias, empeñadas hacia la espalda del horizonte, manos que tocan, prostíbulos nocturnos. Y el agua no es la misma para hombres y mujeres. Sábanas manta donde todo esta cubierto y nada se cubre. La Colina de los Enamorados ..., a lo lejos minaretes recortándose y es la noche; a las cinco, sonido de voces onduladas como serpientes, sueños densos. Aquí Byzas fundó frente al país de los ciegos y Constantino más tarde soñaría su gloria. Pero yo sólo quise rescatar tu nombre.

Arquitecturas

S/T. Mixta sobre papel. E. Muntañola
Donde la muerte pierde su derecho (…)
GARCILASO



Ocurrió la noche en que te vi.
No te estaba buscando.
Acudiste sin saberlo
y el espacio se llenó de mandrágoras.

Yo había edificado
un lugar para que habitases,
a ti te había crecido
un hueco para mí en las manos.

Mar adentro


S/T de "Libro de Matemáticas" de E. Muntañola

Esta vez Ulises
cede al reclamo de las sirenas
y se hunde mar adentro
y es la locura un fruto exquisito,
tánatos mágico,
nuestra escapada.

El Norte


S/T. De la serie "Las flores del mal". E. Muntañola.

Calle arriba, a San Bernardo,

hacia la calle del Norte que ya tengo perdido.

LANCE.


S/T. Acuarela. E. Muntañola



Agosto se vuelve octubre estos días.
El cielo blanquea, el viento aturde gorriones,
la tierra se cierra al frío
y el corazón
se me va hacia la izquierda, hacia el mar,
los diarios azules de tus ojos, tu carne.

Recojo una bellota de roble abierta con la lluvia
y la entierro, protegida, al borde del camino
para que prenda
y establezca su verdor y su sombra.

Pájaros que desconozco se contestan de rama a rama
y yo me iría,
me iría hacia ti como una loca,
hasta el borde de tus dientes, hasta la duda.

Pero es cuestión de valentía.

HEART´S NIGHT.

Fotografía de la serie "Lluvia". E. Muntañola



Es de noche.

Están regando las calles;

huele a mar, (como hace años

por las mañanas)

y está la tierra húmeda.

Los pájaros duermen

dentro del gris, sobre el gris.

Pasa un perro, paso yo,

-qué más da -

algo se mueve

y se prolonga una sombra.

QUERRÍAS SÁNDALO Y FLORES.

S.T. Dibujo de la serie "Libro de Matemáticas". E. Muntañola




Querrías sándalo y flores,

el vino manchando las sábanas blancas

y tú danzando sobre ellas

todas las noches;

empieza a ser tarde,

y te duele la vida como una daga de ámbar

o un beso de antes,

- esos besos tuyos de cereza y kirsch -.


Hubieran bastado tus manos;

habrían sido por ti ángeles o demonios,

tú, la luz caída, eras hermosa.


Todos hubieran sido tuyos,

todos, maldita princesa.

HACE FRÍO.

S/T (Fragmento) Óleo sobre lienzo. E. Muntañola


Hace frío,
y ésta estufa
no consigue llegar
al corazón.

... no se puede vivir
de perfumes.